jueves, mayo 15, 2008

La supernova más jóven en la Vía Láctea

Ayer la NASA anunció a lo grande un objeto en nuestra galaxia que habían encontrado y que dicen llevar 50 años buscando. Se trata de una supernova, la más jóven encontrada hasta la fecha. La supernova fue encontrada por el radiotelescópio Chandra y explotó hace apenas 140 años.



Una supernova es un tipo muy peculiar de extrella, de enormes dimensiones, que acaba haciendo explosión en uno de los acontecimientos más espectaculares que ocurren en el vasto universo.

La luz y calor que producen estrellas como nuestro Sol, viene producida por la fusión en sus nucleos de elementos ligeros, como hidrógeno o helio que se combinan para producir otros más pesados, como nitrógeno o carbono. Estas reacciones de producen debido a la presión que producen las capas exteriores de la estrella sobre las interiores, debido a la gravedad que las atrae hacia el centro. Cuando a una estrella como nuestro Sol se le va acabando el combistible, le cuesta cada vez más combinar los elementos pesados y se va encogiendo hasta formar una enana blanca.


Pero si la estrella tiene un tamaño superior, como 40 veces el de nuestro sol o más, en el proceso de compresión para convertirse en enana blanca colapsará y creará una enorme explosión que arroje casi toda su materia en una onda expansiva de una energía equivalente a 1.000 millones de soles, que viaja a gran velocidad y que puede permanecer incandescente durande meses, arrasando todo lo que encuentran a su camino. Esta explosión puede llegar a brillar más que toda la galaxia que la contiene.

Si una supernova explotase demasiado cerca de nuestro sistema, la radiación emitida acabaría con toda la vida en la Tierra y puede que incluso con el propio planeta. Por suerte, nos encontramos en una de las ramas externas de la Vía Láctea, donde este tipo de acontecimientos son menos frecuentes que cerca del centro. Tampoco encontramos estrellas lo suficientemente grandes en nuestro entorno como para ser claras candidatas a supernova.

Aún así en la historia se han registrado hasta seis supernovas visibles a simple vista. La más espectacular fue en 1604, que pudo verse incluso de día durante más de tres semanas.

Pero a pesar de su carácter destructor, las supernovas son fundamentales para el desarrollo de la vida como la de nuestro planeta en el universo. Las supernovas riegas de materiales pesados el espacio, materiales que habitualmente sólo podríamos encontrar en el mismo centro de las estrellas. Estos materiales pesados, como el hierro, el aluminio, el carbono, etc. se reagrupan después de la explosión para formar nuevos sistemas y planetas. De hecho ¡nuestro sistema solar proviene de la explosión de una o más supernovas!